El humanismo es descrito como una corriente filosófica originada en Italia en el siglo XV en el periodo renacentista. Este movimiento está basado en el valor de las personas, resaltando la importancia al pensamiento crítico y lo racional, sobre toda dogma y superstición. Mediante ella se buscó el traspaso de conocimientos, que hacían al hombre un individuo natural y humano.
El hombre con el paso del tiempo y debido a los avances técnicos, al progreso de las comunicaciones y comercio, que para el siglo XV iniciaron, comenzó una época de transformación de pensamiento; que le facilitan ver más allá de cualquier doctrina de índole religiosa, dándole más importancia a la parte humana.
Es a partir de esto que iniciaron movimientos como el protestantismo, que dividió la iglesia cristiana, fragmentándola en protestantes y católicos, produciendo una reducción en el poder.
Dicha corriente intelectual mostró su pensamiento en el área de la literatura, siendo los principales exponentes autores como Dante Alighieri, Della Mirandola, Giovanni Pico, Francesco Petrarca, entre otros importantes precursores.
Características del humanismo
Rechazo a los dogmas religiosos
A diferencia de lo que pasó en la época medieval, en el Renacimiento se fomentó la utilización de la razón por encima de aspectos religiosos. Asimismo, instituyó la tolerancia religiosa como un canal para asegurar la convivencia social.
En ese contexto, diversos especialistas han resaltado los aportes realizados por Erasmo de Rotterdamn, teólogo holandés, pese a verse siempre apegado al dogma del catolicismo, siempre conservó un criterio independiente que se vio plasmado en sus obras, sobre todo en “Elogio de la Locura”, en el que critica de forma abierta la corrupción moral en la que, a su juicio, se encontraba la Iglesia católica.
Regreso a los clásicos
El humanismo fomenta una revisión y rescate de la filosofía, la literatura y saberes que fueron pasados por los griegos y los romanos, a quienes se reconocen como cánones del pensamiento racional, las artes y la ciencia.
La filosofía estoica, los mitos griegos y romanos y el neoplatonismo tuvieron un rol esencial en el pensamiento que conforma el humanismo.
Difusión temas esotéricos
Por costumbre se ha otorgado al humanismo un carácter racionalista y clasicista que no es del todo válido. La recuperación humanista de la cultura antigua los obligó al estudio de textos judíos científicos y a inclinarse por la demonología y las prácticas infernales, temas que, obviamente, eran considerados prohibidos en siglos pasados.
Restauración del derecho romano
La cultura humanista no restablece tal cual la cultura grecolatina, sino que la reinterpreta y reinventa, realizando actualizaciones para esos tiempos. De esta manera, se restablece el derecho romano, el cual se centraba en la importancia de las fuentes escritas y materiales como prueba de un procedimiento judicial.
O sea, que en la actualidad ya no solo el testimonio de palabra de un individuo podía sentenciar a otra, sino que se requerían pruebas materiales que dieran peso a lo que decía la otra persona.
Otras características
- Inició el abandono del latín como lengua de la filosofía y la literatura para emplear las lenguas locales.
- Se originó entre la sociedad burguesa de las ciudades de Italia consideradas prósperas.
- La orientación por el conocimiento y la simbolización de lo humano tuvo como consecuencia el avance en las innovaciones técnicas y científicas. Se desarrolló la anatomía, matemática, medicina y astronomía. Asimismo, se aplicaron conocimientos nuevos en la simbolización artística.
- Tras democratizarse el conocimiento, al empezar a usarse las lenguas nacionales en menoscabo del griego y latín, la cultura llegó a capas sociales más extensas y ese saber fue la cimiente de conocimientos que se fueron consiguiendo debido a que inició una tendencia a la adquisición de conocimientos de índole científico.