El centralismo se define como la sede del poder político ubicada en un solo lugar geográfico. En materia política, el centralismo es una doctrina en la que el Estado se organiza proponiendo un solo gobierno nuclear y único que toma las decisiones. Es decir, se construye un poder centralizado desde el cual se origina toda la autoridad. Por esto el centralismo es considerado lo contrario a la descentralización y al federalismo.
Teniendo esto presente, los Estados que son regidos por el centralismo ubican a la sede del poder político en un solo lugar administrativo y geográfico, como se explicó anteriormente. Desde este lugar se maneja al resto de la nación a través de entidades y dependencias subordinadas, sin que se conceda mucho margen de autonomía hacia los poderes de la región.
Características del Centralismo
Centralismo Desconcentrado
Este tipo de centralismo se define como en el que el gobierno utiliza diferentes formas para la delegación del poder. Al mismo tiempo este se clasifica en dos tipos diferentes, los cuales son:
Centralismo con desconcentración administrativa y política
Es bastante común en las entidades federativas que tienen un poder político centralizado. De esta manera, cada una de las regiones tiene una representación independiente, que al mismo tiempo con vive junto a un fuerte poder político central.
Centralismo con desconcentración administrativa
Se conoce como la centralización del poder político mientras las labores administrativas están descentralizadas. Dicho con otras palabras, el Estado central se encarga de delegar competencias hacia sus dependencias jerárquicas en todo el territorio que tiene a su disposición.
Centralismo concentrado o centralismo puro
Es un tipo de centralismo común en los Estados centralistas que son unitarios de forma administrativa y política. En estos el gobierno central tiene el total y exclusivo derecho de cada una de las competencias que pertenecen al Estado.
Características Generales del Centralismo
El centralismo se distingue por varias características, las principales son los siguientes:
- El gobierno central se encarga de dictar la planificación general a la jerarquía política de las demás regiones.
- El gobierno central también tiene a su cargo asumir las competencias económicas y administrativas que no pueden asumir las autoridades federativas.
- En el centralismo, el gobierno central tiene la cuota mayor de poder, sin importar si existe o no una representación de la política federal.
- El gobierno central tiene la capacidad de solucionar los problemas de las regiones, de revocar y revisar las decisiones tomadas por el gobierno provincial o regional y de dictar sentencias en los casos que tengan una importancia a nivel nacional.
Características del Centralismo Democrático
Se le llama centralismo democrático a la práctica disciplinaria y política que fue adoptada por el Partido Comunista de La Unión Soviética. Tiempo después, otros partidos comunistas que siguieron esta corriente de pensamiento, por ejemplo, el de China, propusieron combinar el control vertical y central del partido único junto a la discusión libre y plural caracterizada por la típica democracia.
La idea que fundamenta el concepto del centralismo democrático es que, cuando se alcanzan las decisiones a través de prácticas democráticas, estas se consideran obligatorias y vinculantes para cada una de las instancias del partido, sin que exista alguna distinción.
Este centralismo democrático fue ideado y creado por Vladimir Lenin, político revolucionario ruso, nacido en 1870 y fallecido en 1934; expuesto en específico en su tratado llamado “¿Qué hacer?”, publicado en 1902.
A pesar de esto, cuando Lenin llegó al mando del partido revolucionario se encontró con que una facción opositora que argumentó que lo que se estaba imponiendo era un modelo de dictadura del partido en vez de la dictadura del proletariado. Por lo que se creó un grupo disidente al que se le llamó “Grupo de los 15” o “Grupo del Centralismo Democrático”.
Diferencias entre Centralismo y Federalismo
Como se ha explicado anteriormente, el federalismo y el centralismo son ambos métodos en los que el Estado se organiza, pero se contraponen entre ellos.
El centralismo por su parte promueve a un Estado que tenga un poder político único y nuclear. Mientras que, en el caso del federalismo, esta trata sobre un Estado cuyo poder político es plural, está descentralizado y en el mismo las instancias provinciales tienen bastante protagonismo.
La diatriba de elegir entre federalismo y centralismo fue un suceso de mucha importancia a mediados del siglo XIX, principalmente en las repúblicas latinoamericanas que estaban naciendo en ese entonces porque estas tenían la responsabilidad de escoger entre estos dos modelos de gestión de gobierno.
Las discrepancias entre los seguidores centralistas y federales llevó, en la mayoría de naciones, por ejemplo Argentina, a conflictos políticos sangrientos y a guerras civiles.