Los textos literarios son parte de la escritura artística y de la literatura. La forma que se le otorga al mensaje es muy importante y al contenido de este. Se diferencian de otros textos por esta razón y porque tienen intenciones estéticas en específico.
La elaboración de los textos literarios por el hombre ha sucedido desde épocas remotas a manera de odas líricas, cantos rituales, narraciones dramáticas o épicas y muchas otras; que con el paso del tiempo fueron creando una serie de géneros conocidos como géneros literarios.
Igual a lo sucedido con otras formas de arte, los textos literarios son parte del patrimonio histórico y artístico de las diferentes civilizaciones porque en ellos se representa un referente puntual de las condiciones políticas, sociales y de la época junto a un sentir individual y particular del artista, cuya sensibilidad y subjetividad crean a la obra de arte.
Características de los Textos Literarios
Subjetividad
El texto literario es el resultado de dos sensibilidades que están en contacto: la del lector y la del autor. De esta manera, no es un texto informativo u objetivo que intenta explicar cosas reales al lector, sino que con frecuencia cuestiona la misma realidad usando un punto de vista subjetivo, abordándolo de manera irrepetible y original.
Intención poética
Diferente a otras formas de texto, los escritos o textos literarios permiten al lector tener una experiencia estética, es decir una lectura de la cual se obtiene un aprendizaje espiritual y genera un asombro ante la funcionalidad del texto. Esto en vez de obtener un conocimiento específico como sucedería al leer las instrucciones de algún equipo electrónico o con la lectura de un periódico.
Lenguaje
Manejar el lenguaje que los textos literarios tienen es diferente y particular. El texto literario permite roturas en las normas gramaticales, siendo más frecuentes en el caso de la poesía, con finalidades estéticas y de manera general el lenguaje se utiliza como material para elaborar la obra de arte y no para la transmisión de información. En este sentido, el estilo del escritor es su forma original y particular de usar el lenguaje.
Espíritu de la época
Los textos literarios reflejan el conocido espíritu de la época, de esta manera se define el sentir colectivo con el cual una civilización o comunidad entera es caracterizada en un período determinado. Ejemplo de estos son las novelas existencialistas que capturaron la depresión y el pesimismo ocurrido después de la Primera y la Segunda Guerra Mundial a mitad del siglo XX.
Ficcionalidad
En su mayoría, los textos literarios son obras de ficción, principalmente los narrativos, porque describen eventos que realmente no ocurrieron sino que son producto de la inventiva y de la imaginación de quien los describe. El autor reproduce la realidad de acuerdo a sus sensibilidades en específico y a su mirada particular sobre el mundo.
Esta característica es más compleja de percibir en el ensayo y en la poesía porque las subjetividades del autor no se plasman en un relato, sino en una explicación y en una descripción.
Gratuidad
Los textos literarios se leen de forma gratuita y de forma libre, sin ninguna utilidad u objetivos en específico. El famoso escritor británico llamado Oscar Wilde opinaba que el arte es inútil y profundo porque no tiene ningún cometido pragmático en la vida de quien lo lee, a menos que sea para entretenerse o enriquecerse espiritualmente.
Carácter imitativo
Este tipo de textos imitan la realidad, reformulándola, copiándola y usándola como materia prima para construir la obra literaria. De esta manera, los textos literarios son llamados miméticos porque son versiones, imaginaciones y representaciones de la experiencia real.
Legitimación
Los textos literarios subsisten en el tiempo, se transmiten de generación en generación pues son considerados importantes, pertinentes y valiosos para educar a los ciudadanos del futuro.
A raíz de esto, se han creado aparatos que legitiman a las obras. Es decir, seleccionan cuales de estas se dejarán de lado y cuales se mantendrán en el tiempo, cuales son de valor para la sensibilidad de alguna época y cuales no. Por esto se dice que la literatura responde a una construcción histórica.
Verosimilitud
Aunque su naturaleza es imaginativa o ficcional, los textos literarios son creíbles y verosímiles. El funcionamiento de estos depende de un pacto de suspensión de la incredulidad que se da entre el lector y el autor, en el cual quien lee tiene el compromiso de creer en el texto como si fuese cierto, aunque tenga la conciencia de que no lo es.
Por otro lado, el autor se compromete a construir el texto de tal forma que el artificio se mantenga hasta la última letra del mismo.