Un oligopolio es descrito como una organización de mercado en donde hay pocos competidores importantes y cada uno de ellos posee cierta capacidad de intervenir en la cantidad de equilibrio y precio. Dentro del oligopolio, los competidores tienen poder de mercado, pero a un nivel más pequeño que en caso del monopolio. Esto, puesto que, en vez de existir un solo oferente, hay un diminuto grupo de empresas.
Lo dicho previamente quiere decir que, si bien cada una de las compañías posee influencia sobre la cantidad de mercado y precio, la libertad para escoger el nivel de esas variables está limitada por la presencia de otras empresas competidoras. Un caso inusual del oligopolio es el duopolio, donde hay únicamente dos oferentes.
El hecho de que compitan pocas compañías en un mercado puede explicarse por la presencia de barreras a la entrada. La más destacada de estas suele ser la existencia de economías de escala que hacen que el ingreso de una compañía solo sea viable cuando puede lograr una proporción importante del mercado.
Características de un oligopolio
La influencia en los precios
- Todas las compañías que forman parte del oligopolio pueden intervenir sobre el precio, puesto que, al haber pocas empresas, sus decisiones pueden generar cambios sustanciales en la cantidad.
- Un ejemplo de esto, si una empresa aérea decide disminuir su producción y recortar viajes a ciudades, creará escasez y eso generará un incremento de precios, puesto que algunas personas tendrán la disposición de pagar más por los viajes que estén disponibles.
- Esto no ocurría en competencia perfecta. Si un producto decide incrementar su producción, apenas habrá cambios, ya que hay millones de kilos de tomates. Pero en el oligopolio donde generan solo unas pocas empresas, los cambios de producción son mucho más notables.
Interdependencia entre empresas
Existe una enorme interdependencia entre las compañías de oligopolio, determinándose diversas relaciones entre las empresas que lo forman. Se plantean dos clases de relaciones entre las empresas.
El primero, el comportamiento colusivo, que es cuando las compañías llegan a un convenio para actuar conjuntamente influyendo en el precio, cantidad, distribución de mercado, entre otras. En este caso pueden llegar a tener comportamientos de monopolio. Es la situación más posible.
En segundo lugar, el comportamiento no colusivo, en el que las compañías tienden a competir entre sí y tienen posiciones estratégicas (estudio mediante la llamada Teorías de Juegos). Es la situación con menor probabilidad.
La dificultad para integrarse al mercado
Esto pasa cuando la competencia entre oferentes está muy acentuada o cuando las economías de escala ejercen influencia directa sobre las empresas grandes. De acuerdo al caso, pueden existir barreras de entrada fuertes. Los aspectos mencionados sirven para señalar un oligopolio. Es visto como una forma de comportamiento que lacera la economía.
Barreras estratégicas
Las compañías oligopolistas, de manera usual asumen estrategias creadas para excluir a competidores en potencia.
Una consiste en tener una capacidad productiva en demasía como señal para un eventual rival de que, con un poco de aviso, podrían de forma fácil saturar el mercado y dejar a la empresa nueva con pocos ingresos, o en casos extremos, ninguno.
Se podrían suscribir acuerdos especiales con los distribuidores para obtener el mejor espacio de anaqueles en los establecimientos o lograr convenios a largo plazo con los clientes para garantizar que los productos no serán desplazados con de forma rápida por los de la empresa nueva.
El número de vendedores
Una característica importante del oligopolio, es que hay pocas entidades que dominan el mercado. Hay que resaltar que el oligopolio no solo se ve en grandes empresas. Por ejemplo, si en un pequeño pueblo solo hay dos tiendas de ultramarinos, esos establecimientos tendrán un oligopolio.