Los organismos pluricelulares son todas las formas de vida que tienen cuerpos conformados por una gran variedad de células organizadas, especializadas y jerarquizadas, cuyo funcionamiento conjunto permite la estabilidad de la vida. Dichas células conforman órganos, tejidos y sistemas, que no deben dividirse del conglomerado y vivir de forma independiente.
Muchas clases de organismos pluricelulares nacen siempre de una célula conocida como cigoto, concebida de la unión sexual de dos gametos, que pueden ser masculinos y femeninos. El cigoto se divide de manera acelerada durante la gestación, formando la totalidad del cuerpo del ser que, a partir del nacimiento, inicia una etapa de crecimiento.
Pero, hay de igual forma organismos pluricelulares con la capacidad de reproducirse de forma asexual, como es el caso de los hongos o las plantas.
Los organismos pluricelulares, al igual que los unicelulares, se encargan de las funciones vitales esenciales, sin embargo, lo hacen a partir de procedimientos más complicadas que involucran la sustitución de células viejas con nuevas y la producción de tejidos nuevos.
Características de los organismos pluricelulares
Diferencia celular
Las clases de células que forman a los organismos pluricelulares son distintos unos de otros, puesto que sintetizan y agrupan diversas clases de moléculas de proteínas y ARN.
Esta acción la realizan sin cambiar el material genético, o sea, la secuencia de ADN. Por muy diversos que sean dos células en un mismo ser, estas tienen el mismo ADN.
Esta situación fue probada debido a varios experimentos clásicos donde el núcleo de una célula completamente desarrollada de una rana se inyecta en el interior de un óvulo cuyo núcleo fue sacado. Este núcleo nuevo tiene la capacidad de encabezar el proceso de desarrollo, y el resultado de esto es un renacuajo normal.
Experimentos parecidos han sido desarrollados en organismos vegetales y en mamíferos, logrando los mismos resultados.
Tejidos en plantas
En los árboles, las células se aglomeran en tejidos con una función específica. Tienen la característica de que solo hay una clase de tejido en el que las células pueden separarse de forma activa y este se conoce como tejido meristemático. Los demás tejidos se conocen como adultos y pierden su capacidad de separarse.
Se dividen en tejidos de protección que, como señala su nombre, tienen la función de resguardar al organismo de la desecación y de cualquier desgaste de tipo mecánico. Este tiene dos categorías: tejido suberoso y epidérmico.
En cuanto a los tejidos fundamentales, estos constituyen la mayor parte del cuerpo para el organismo vegetal, y también rellena el área interna de los tejidos.
Organización
Estos organismos tienen como característica esencial la presencia de una organización jerárquica de los elementos estructurales. Asimismo, tienen un desarrollo embrionario, procesos fisiológicos complicados y ciclos de vida.
De esta manera, la materia viva tiene diferentes niveles de organización donde al ascender de un nivel a otro se encuentra algo distinto a nivel cualitativo y tiene cualidades que no se veían en el nivel anterior.
Los niveles de organización superiores tienen a todos los inferiores. De esta manera, cada nivel es parte de un orden más elevado.
Formación de tejidos
Estos organismos están conformados por células, sin embargo, estas no se aglomeran de forma azarosa para generar una masa que sea homogénea. Al contrario, las células tienden a especializarse, o sea, tienen una función específica en el interior de los organismos.
Las células que son parecidas entre sí, se aglomeran en un nivel más complejo conocido como tejidos. Las células se conservan unidas a través de proteínas especiales y uniones celulares que determinan enlaces entre los citoplasmas de las células vecinas.
Formación de los organismos
Al formar los sistemas de órganos, se obtiene a un organismo independiente y discreto. Los conglomerados de órganos tienen la capacidad de hacer las funciones vitales, de desarrollo y crecimiento para conservar vivo al organismo.