Un prologo se define como un texto que suele ser breve o no y se ubica en la parte inicial de una obra literaria, sirve para darle una introducción al contenido que el lector tiene a su disposición. Siempre se ubica al inicio de la obra porque cuando se coloca al final se llama epílogo, pero tienen la misma función.
Normalmente el prólogo se redacta por otra persona que no es el autor de la obra pero que tiene conocimiento amplio de la misma y puede aportar información al lector que amplíe su experiencia de lectura y que le sea de utilidad para comprender el contexto de esta, entre otros aspectos. La persona que redacta el prólogo es llamada prologuista.
Existe la posibilidad de que una obra tenga distintos prólogos en una misma edición los cuales pueden ser o no propios del mismo prologuista. Cuando esto sucede, se especifica con una aclaratoria la edición a la cual pertenecen para documentar de forma histórica cuando la obra se percibió a través del tiempo.
Características del Prólogo
Origen y Significado de la palabra Prólogo
El término prologo se origina del griego que significa “a favor de” o “antes de”, mientras que la palabra logos quiere decir discurso o palabra.
El concepto se toma del teatro griego, específicamente la comedia, en la cual un actor profería unas palabras frente al público antes de que la obra iniciase. En ellas daba un ligero detalle sobre la situación inicial y el argumento de los hechos, a este preámbulo se le llamaba prologo.
Estructura del Prólogo
Los prólogos normalmente son piezas de única autoridad, cumplen con los criterios del prologuista y no tienen una estructura única o fija, ni tampoco partes obligatorias. A pesar de esto, el prólogo es un texto en prosa y de corte ensayístico. Normalmente tiene una estructura ordinaria propia de un escrito de esta misma estructura:
- Introducción: en esta parte se redacta una información previa que el lector necesita para continuar con la lectura de la siguiente parte del prologo. Se incluyen datos tales como el lugar donde el autor fue conocido, como conoció la obra, la importancia de la misma, el primer contacto con el libro, etcétera.
- Desarrollo: parte central o media del prologo en el cual el prologuista expone sus argumentos con los cuales aprecia a la obra. Normalmente utiliza comentarios de terceros o citas textuales.
- Cierre: parte final en la cual se finaliza la exposición usando comúnmente comentarios, ideas o imágenes con los cuales el prologuista quiere que el lector empiece a leer o con alguna clase de estímulo que motive a la lectura.
Propósito del Prólogo
De manera general, los prólogos tienen la función de ofrecer datos adicionales a la obra literaria. Es un texto aclaratorio que puede leerse de forma opcional y separado de la misma obra porque usualmente es un aporte a la misma. El lector puede usar el prólogo para comprender completamente la obra o para saber como interpretar los momentos oscuros o difíciles que se pueden presentar en la misma. Por otra parte, este texto informa sobre los orígenes del libro, la razón de su redacción, la finalidad y sus virtudes.
En algunas obras musicales se tiene una fase inicial llamada por el mismo nombre cuyo rol introductorio es de menos claridad. Es realizado por el mismo compositor y se le llama preludio.
Elementos
Los prólogos pueden valerse de todo, pero los elementos más utilizados son los siguientes:
- Referencias de terceros: son comentarios realizados por otros autores, críticos, autoridades u opinadores en la materia acerca de la obra prologada.
- Citas textuales: fragmentos que se extraen de la obra que será leída, que dan evidencia a lo expresado o se utilizan como prueba para explicar la obra.
- Cronologías: los prólogos suelen tener cronologías acerca de la trayectoria del autor, de su historia editorial y de la composición de la obra. Suele suceder con los libros polémicos o clásicos, tales como los libros prohibidos.
- Apreciaciones personales: el prologuista puede dar juicios de opinión o juzgar algún elemento de la obra que entienda sea polémico, interesante o curioso.